jueves, 2 de febrero de 2012

El Cairo

Quiero empezar esta segunda entrada recordando una anécdota que nos ocurrió durante el crucero. La primera noche, el guía nos reunió en la cubierta del barco. Nos explicó que para hacer la excursión a Abu Simbel nos tocaría madrugar y levantarnos a las 02.00h porque el convoy (autocares y coches de ejército) salía a las 03.00h. El buen hombre nos aconsejó que cogiéramos la almohada de la cama para dormir cómodos en el autocar y que lleváramos algo del manga larga porque bajaban mucho las temperaturas. Se me ocurrió preguntar que a cuánto bajaban y su respuesta fue que cuando saliéramos estaríamos a unos 25-30 grados. Obviamente, nada de manga larga.

Después de esta anécdota, seguiré por donde lo había dejado en la entrada anterior, justo antes de llegar a El Cairo. Un autocar nos recogió en el muelle para ir al aeropuerto de Luxor. Una vez allí, nos tocó esperar unas tres horas hasta el despegue, pero no porque llegáramos muy pronto, si no porque el avión iba con mucho retraso. Nada más llegar, nos trasladaron al hotel y una vez tuvimos las habitaciones asignadas, a la terraza del hotel a cenar. Para ser un hotel, el restaurante no era caro y lo mejor, las vistas de las Pirámides de Gizeh iluminadas. Después de cenar, bajamos a un bar que había en la entrada a tomar algo, sin alcohol claro, y a fumar en cachimba.

Como no podía ser de otra manera, la primera excurisón en el El Cairo fue a las Pirámides de Gizeh. ¿Qué decir que no se sepa? Por si acaso: el conjunto está formado por 3 pirámides: Keops, Kefren y Micherinos.

Keops, Kefren y Micherinos

Llegamos pronto, como en todas las excursiones para pasar menos calor, y allí ya habia muchísima gente. Puedes imaginar o leer lo grandes que son las pirámides pero hasta que no estás al lado de ellas no ves lo realmente enormes que son.

En la explanada (llámalo explanada, llámalo desierto) de entrada a las pirámides nos encontramos vendedores ambulantes y militares montados a camello. Intentaron vendernos todo lo que llevaban y por hacerle una foto al guardia montado a camello tuvimos que pagar una especie de propina.

No sé si habrá cambiado la normativa, pero cuando fui, sólo se podía entrar a una de las pirámides. Esto lo hacen para intentar conservarlas y que no se degeneren las tres a la vez.

En la época en la que fuimos, nos tocó visitar Micerinos, la más pequeña de las tres. Entramos en fila ya que la entrada no es muy ancha y sólo hay dos carriles de paso, uno de entrada y otro de salida. Como en el Valle de los Reyes, las paredes visibles, por decirlo de alguna manera, estaban detrás de un cristal protector para que los flashes de las cámaras no los malgastaran más. Par no fastidiar la sorpresa, no diré lo que hay dentro ;-)

La Piramide de Kefren es la más grande de todas. Es una de las 7 maravillas del mundo antiguo, la única que se conserva. Es la única que conserva parte de la recubierta original. La de Keops, padre de Kefren, es unos metros más pequeña, ya que su hijo quiso hacerla más grande para sentirse mejor que el. Como no pude entrar en ninguna de éstas dos, dejaremos a la imaginación lo que hay dentro.

Cerca de las Pirámides se encuentra la Gran Esfinge de Gizeh, justo detrás de la Pirámide de Kefren. Se dice que la Esfinge represernta al faraón. La pirámide y la esfinge están unidas por una paseo, aunque no se puede ir por él.

Gran Esfinge de Gizeh

Después de la visita a Gizeh, el guía nos llevó a una fábrica de esencias. Según nos contó, estás fábricas hacen las esencias de las grandes marcas de perfumes y luego las venden a las firmas que las usan para comercializarlas. La verdad es que sí que olían como los perfumes que compramos aquí, la diferencia es que que éstos no llevan ninguna cosa extra (ver futura sección de consejo sobre Egipto).

En nuestra visita a El Cairo no podía faltar el que me perdiera en el Museo Egipcio. A ver como lo explico y que quede claro... ¡Es una pasada! El museo se encuentra en la famosa plaza Tahrir. En él está la mayor colección de arte egipcio de todas las épocas y eso que no cuento todo lo que hay en museos de Europa… Lo que más llama la atención a los visitantes es la sala dedicada a Tutanhkamon donde hay réplicas de él y un gran busto.

Busto de Tutanhkamon

Otra visita obligada en El Cairo es el bazar de Khan el Khalili. Es el bazar más antigo de la ciudad. Es un poco laberíntico porque tienen muchísimas callejuelas estrechas y solo con ver los puestos de venta, dan ganas de comprar. Eso sí, toca regatear por cualquier cosa.

A parte de estas visitas, existen muchas mezquitas para visitar, fábricas de alabastro y alfombras… También se pueden hacer excursiones como a Alejandría y si queréis pasar más tiempo en Egipto se puede hacer una estancia en Sharm el Sheik para disfrutar del sol y la playa.



Con esto acabo de explicar, grosso modo, mi viaje a Egipto y si queréis saber más o tenéis preguntas o dudas, aquí me tenéis para contestároslas.

Pronto, mi siguiente aventura en…

1 comentario:

  1. Guau carlos!!! Tuvo que ser un viaje de lo más chulo!!! Que gracia me hizo lo de que os abrigarais con manga larga!! Madre mia, yo con esa temperatura iría en camiseta de tiras!!! Que fotos más chulas!!! Un besote!!!

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